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Nos referimos a señalética o señalización interior para hablar de todos aquellos rótulos, carteles o placas que se utilizan para que las personas se orienten dentro de un edificio. Hay edificios públicos, como hospitales, comisarias, escuelas… y edificios privados como oficinas, hoteles… que necesitan orientar a sus usuarios para que puedan encontrar con facilidad el espacio que buscan dentro del edificio.

La señalización puede realizarse en distintos materiales, formatos y diseños; Lo esencial en cualquier señalización es hacer un estudio previo de los espacios y de su uso por parte de los usuarios; determinar donde debe ir la señalización es lo primero que hay que hacer. Una vez terminado el estudio, hay que encontrar la forma y diseño adecuado de las señales para que esten en concordancia con el edifico al que van a ser instaladas. En definitiva, hay que encontrar la manera de que el proyecto integre las necesidades de uso con las de diseño.

Normalmente la señalización es estática y nunca varia porque no hay necesidad de ello; en otros casos, se requiere que la señalización sea variable: un ejemplo seria los carteles de «Suelo mojado». Otro ejemplo recurrente es el cartel de un despacho que es compartido por varios profesionales. En los despachos médicos, un doctor visita por la mañana y otro por la tarde y por lo tanto, la señalización debe ser intercambiable.

Otra parte importante en la señalización interior de edificios es la de seguridad. Hay toda una normativa al respecto que obliga a los edificios, naves industriales y empresas a tener señalización de seguridad como salidas de emergencia, indicación de los extintores… Este tipo de  señalización debe cumplir con todas las normativas y ser útil en caso de evacuaciones o incendios.

La señalética puede combinar diferentes materiales, como el vinilo, los metales o los metacrilatos, pero ante todo tiene que ser útil y estar bien colocada. No debe ser excesiva sino suficiente, un exceso de señalética puede confundir.